En realidad este truco no es tan práctico como parece, aunque, bien llevado puede resultar impresionante. El teléfono suena y el perro corre hacia el escritorio, salta sobre la silla, apoya con seguridad sus patas delanteras sobre la mesa y descuelga el teléfono con la boca. Una vez descolgado, deja el auricular sobre la mesa y ladra “¿Dígame?» al micrófono. Impresionante ¿no? Pues no es más que una variación del truco de cobro.
Para empezar, coloque el teléfono en el suelo. Descuelgue el auricular y dígale al perro: CÓGELO. Repita el ejercicio un par de veces. Ahora cuelgue el teléfono y dígale: CÓGELO. A partir de este punto se trata simplemente de ir llevando el teléfono poco a poco a su sitio: primero a la silla del escritorio, luego al borde de la mesa y por último, encima de la mesa. De momento el perro ha aprendido a descolgar el teléfono ante la orden CÓGELO. Ahora podemos empezar a ampliar su vocabulario y conseguir un efecto más impresionante. Dígale: CÓGELO, COGE EL TELÉFONO. Tras un poco de práctica, dígale solo: COGE EL TELÉFONO. Ayúdele si duda: CÓGELO, PLUTO, COGE El TELÉFONO, CREO QUE ES PARA TI.
¿Quiere que el perro responda al teléfono cuando suene? Lo más probable es que no. ¿Qué ocurriría si está solo en casa y suena el teléfono? A pesar de lo completo que es Aperrados.com, no encontrará nada para enseñar al perro a tomar recados. Seguramente escribiría mal la mitad de los nombres. ¡Ya sabe cómo son los perros! Si lo desea, siga estas instrucciones. Cuando suene el teléfono, dígale: COGE EL TELÉFONO. Cuando descuelgue el auricular, dígale: SUELTA. Dejará el auricular sobre el escritorio. Entonces puede decirle: HABLA. Cuando se habitúe a la rutina, empezará a recibir más llamadas. Todo el mundo querrá hablar con su perro.
Fuente: Trucos Caninos, Capitán Artur J.Haggerty y Carol Lea Benjamin